europeoEn Europa, la prensa económica, se centra en las noticias de la delicada situación de la zona euro y en sus posibles contagios. Como ya he comentado en algunos artículos anteriores, todos los países de la eurozona están expuestos, aunque en estos momentos solo veamos en peligro a nuestro propio país. El Reino Unido considera en riesgo la estabilidad de su sistema financiero, según un informe del Comité de Política Financiera del Banco de Inglaterra, y aconseja a sus bancos que retengan beneficios para poder afrontar los problemas que puedan surgir con la crisis de Europa.
Esta vez, la preocupación no se queda exclusivamente en Europa, sino que se ha extendido a Estados Unidos y Asia. Por ejemplo, Barack Obama advierte de que la crisis de la zona euro puede pasar factura al resto del mundo. Los informes económicos que se manejan, consideran que el problema de la eurozona no es Grecia. Según sus analistas, Europa podría asumir, sin duda alguna, las pérdidas que provocaría la quiebra del país heleno o su salida del euro. Sin embargo, consideran que el verdadero peligro del sistema financiero europeo se encuentra en los contagios que pueda ocasionar. Los americanos ven como una amenaza real a España, si se contagia de Grecia. España arrastraría a Alemania, Francia, Reino Unido e Italia y una vez llegados a este punto, comenzarían los problemas para el resto de la economía mundial.
Con este escenario, los problemas de uno serían en breve los problemas de todos. El primer reto que hay que superar es el de Grecia y su gobierno. En paralelo, hay que fortalecer la economía española y alejar las dudas que actualmente se centran en el sistema bancario español. En segundo lugar, hay que buscar los mecanismos que impidan que Europa se vuelva a encontrar en una situación como la actual en el futuro.
Se está viviendo un momento histórico en la Unión Europea en la lucha por su supervivencia. El Parlamento heleno necesita nombrar a un presidente, tecnócrata o no. El Gobierno español está haciendo las reformas necesarias. La prima de riesgo, en estos días, ha subido en idénticas proporciones tanto en España, Italia como en Francia. Por lo tanto, podríamos entender que no se trata de un ataque hacia nuestro país, sino un problema de toda Europa. España necesita que la confianza de los mercados deje un margen temporal que permita que las reformas aprobadas comiencen a dar sus frutos sin continuos sobresaltos.
En Europa ya no se discute que, las alertas tempranas de los desequilibrios macroeconómicos y el control de las políticas fiscales de cada país de la zona euro, sean necesarias para mantener la propia Unión Europea. No será un camino fácil, pero no hay otro mejor. Hay que dirigir todos los esfuerzos hacia la unión política y fiscal de Europa y la creación de los Estados Unidos de Europa.